viernes, 24 de octubre de 2008

¿Cuál es el mandamiento más grande de la Ley?

“Maestro, ¿Cuál es el mandamiento más grande de la Ley?” Mt.22, 34-40
26 oct. 08
Max Verduzco S.I.

Las lecturas nos hablan de los mandamientos más importantes de la Ley

1ª- El segundo Libro del Antiguo Testamento, el Éxodo presenta diversas concretizaciones de los diez mandamientos de la Ley de Dios. Son normas que considera necesarias para mejorar su presente y, sobre todo, para caminar mejor hacia el futuro. “No hagas sufrir ni oprimas al extranjero, porque ustedes fueron extranjeros en Egipto. No explotes a las viudas ni a los huérfanos… Cuando prestes dinero no te portes como el usurero…”

Los Mandamientos de la Ley de Dios se formulan como normas impositivas según las circunstancias y grados de desarrollo que se van presentando en el Pueblo de Israel. Necesitamos, igualmente, reformular las normas fundamentales para que sean aplicables a nuestros pueblos y culturas.

Sal. Señor tu eres mi refugio, mi salvación, mi escudo, mi castillo…

2ª- San Pablo reconoce que los Tesalonisenses, con la alegría que da el Espíritu Santo, han aceptado la palabra de Dios… Abandonando los ídolos, se convirtieron al Dios vivo y verdadero para servirlo y esperan que venga desde el cielo su Hijo, Jesús. La conversión y el servicio son fruto del Espíritu Santo que se muestra con alegría.
Nuestro servicio al Señor y a los hermanos en todas sus necesidades debe tener el signo de la alegría pues nace de la fuerza de Dios y de la seguridad que estamos haciendo loo correcto, cumpliendo, desde el corazón sus mandatos.

El Evangelio muestra las discusiones de Jesús con los doctores de la Ley. ¿Cuál es el mandamiento más grande? De alguna manera quiere un resumen o una síntesis de los mandamientos y preceptos de la Ley. Pregunta por uno.
Jesús responde: El más grande y el primero de los mandamientos es: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” Siempre pone a Dios en el centro. De El recibimos la vida, la creación y la conservación. No podemos dejarlo a un lado, sin tomarlo en cuenta. Se le debe amar, agradecer y obedecer sus preceptos.

Sorprende que a continuación Jesús le dijo: El segundo es semejante a este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” No sólo esta Dios sino todos los humanos que formamos la humanidad. Jesús resume la segunda tabla de la Ley en este precepto universal, de múltiples aplicaciones en tiempo y cultura.

Pidamos al Señor nos conceda la gracia del Espíritu Santo para interiorizar plenamente estos dos grandes mandamientos que fundan Toda la Ley y las enseñanzas de los profetas. Y también pidamos la gracia de actualizar y regionalizar el amor al prójimo. En muchas partes del mundo serán las víctimas de guerra, migrantes, pobres, desempleados, víctimas de inundaciones, huracanes, terremotos, segregación racial, cultural o religiosa.

Que el Señor nos conceda traducir sus mandatos en nuestra vida diária. Que asì sea.