jueves, 5 de febrero de 2009

Vamos a los pueblos cercanos para predicar - Max Verduzco S.I.

“Jesùs les dijo: Vamos a los pueblos cercanos para predicar tambièn
allà el Evangelio, pues para eso he venido” Mc1,29-39

8 febrero 09 Max Verduzco S.I.


Las lecturas nos hablan de nuestra corta estancia en la tierra y de la predicación del Evangelio.

1ª- El viejo y reflexivo Job nos recuerda que nuestra vida, nuestra estancia sobre esta tierra es “un soplo”, algo que transcurre muy brevemente y “Mis dìas corren màs aprisa que una lanzadera y se consumen sin esperanza”
Parece que tuvo una visiòn de de lo que nos sucede en la actualidad. Nuestros dìas corren ràpidamente entre muchas actividades, planeadas o urgentes. Estamos en un ir y venir incesante, casi sin sentido, y muchos de ellos “se consumen sin esperanza”
Indirectamente nos invita a revisar nuestra actividad y el sentido o esperanza que tenemos en ella.

Sal. “El Señor sana los corazones quebrantados y venda las heridas, tiende su mano a los humildes y humilla a los malvados (algo que no vemos seguido)

2ª- San Pablo està contento, satisfecho, de realizar la misiòn que le confiriò el Señor: predicar el Evangelio, la Buena Noticia de Jesús. Lo hace con alegrìa y gratuitamente. Se goza en participar lo que ha descubierto. Comunica a los demàs la nueva visiòn que le fue dada. “Se hace todo a todos, a fin de ganarlos a todos. “Todo lo hace por el Evangelio”… Para anunciar la Buena Nueva que es para toda la humanidad, Jesucristo.
Ojalà, tambièn, nosotros comuniquemos a los demàs la alegrìa y gozo que tenemos al sabernos amados, apreciados y apoyados por Nuestro Señor Jesucristo.

El Evangelio relata los inicios de la vida pùblica de Jesús. Predica en la Sinagoga de su pueblo, cura a la suegra de Pedro y a los enfermos y poseìdos del demonio que le llevaron a la casa.
Tambièn sacaba tiempo para levantarse, ir a un lugar solitario y ponerse a orar.
En medio de todas las actividades, Jesús nunca perdiò el rumbo. Sacaba tiempo para mantenerse en comunicación con Dios su Padre y ante El confrontar y reorientar su vida. Ahì tomo la determinación:
“Vamos a los pueblos cercanos para predicar tambièn allà el Evangelio, pues para eso he venido”
Jesús va ampliando el horizonte de su acciòn. Empezò en su pueblo, luego por los pueblos cercanos, después por toda Galilea y Palestina y finalmente a toda la humanidad. Su mensaje y acciòn salvadora es para todos.

Pidamos al Señor que tengamos la capacidad de detenernos para no seguir como “lanzaderas” de un lado al otro si8n pararnos sino que tengamos la capacidad, como Jesús, de detenernos, sacar ratos, en el dìa o en la noche, para hacer oraciòn. Preguntar al Padre sobre el sentido y orientación de nuestra propia vida. La respuesta que obtengamos serà la Buena Noticia que podremos comunicar espontánea y libremente a los demàs. Les podremos comunicar que Dios Bueno los quiere y se preocupa de ellos. Que asì sea