jueves, 27 de noviembre de 2008

Velen y estén preparados ...

“Velen y estén preparados, porque no saben cuando llegará el momento”
Mc.13, 33-37
Max Verduzco S.I. - 30 nov. 2008


Iniciamos el tiempo de Adviento. La preparación de este año para la venida del Señor que tiene al menos cuatro significados: La venida de Jesús en su Encarnación, La venida de Jesús al fin del mundo, La venida de Jesús a nuestros corazones, con los dones del Espíritu y la venida de Jesús cuando venga a recibirnos en el día de nuestra muerte.

1ª- Isaías reconoce que el pueblo se ha alejado del Señor y lo transforma en lamento y petición: “¿Por qué, Señor, nos has permitido alejarnos de tus man-damientos y dejas endurecer nuestro corazón hasta el punto de no temerte? Vuélvete, por amor a tus siervos, a tu heredad…” La petición se hace por el motivo más válido: “Señor, tu eres nuestro padre; nosotros somos el barro y tu el alfarero; todos somos hechura de tus manos” El Señor nos moldea y a nosotros nos toca dejarnos moldear, ser flexibles y dejarnos conducir.

Sal. Señor, vuelve tus ojos, mira tu viña y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tu mismo cultivaste.

2ª- San Pablo reconoce que el Señor ha sido muy generoso con los cristianos de Corintio: “No carecen de ningún don, ustedes, los que esperan los que esperan la manifestación de nuestro Señor Jesucristo” pues “Dios es quién los ha llamado a la unión con su Hijo, Jesucristo, y Dios es fiel”. Invocamos la fidelidad de Dios para ir por el buen camino, recibir sus dones y ser recibido, al fin de nuestros días en su presencia y su gloria.

El Evangelio nos repite las palabras de Jesús: “Velen y estén preparados, porque no saben cuando llegará el momento”… “Lo que les digo a ustedes lo digo para todos: permanezcan alerta” La preparación y vigilancia que nos pide Jesús lo podemos aplicar a los cuatro sentidos que vimos al principio:
- Navidad, Encarnación prepararnos para un aniversario más de este acontecimiento. Dios se hizo hombre para que los hombres nos hagamo dioses
- En fin del mundo. Acontecimiento que hoy consideramos lejano pero que llegará en su momento. Preparémonos: rendir cuenta de nuestra administración
- Recibir los dones que el Señor nos quiera regalar. Supone atención, reflexión, piedad para recibir las luces del Señor. No dejarlas escapar y, con su fuerza, enmendar nuestro camino con al paz, justicia y amor al projimo.
- El día de nuestra muerte llegaremos ante la presencia del Señor. Nos preparamos para ese momento lo mejor que podemos con las buenas conductas diárias. El futuro se prepara hoy.

Pidamos al Señor nos ayude a enmendar nuestra vida. A estar permanentemente preparados. Le recordamos: “Señor, tu eres nuestro padre; nosotros el barro y tu el alfarero” y “Mira Señor tu viña y visítala, protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tu mismo cultivaste”
Que el Señor nos conceda, con su ayuda, estar siempre preparados para cuando El venga. Que asì sea.